lunes, 29 de noviembre de 2010

Jugadores Instantáneos….


En un mundo en la era del internet, con comunicaciones instantáneas de
un lado del mundo al otro, con comidas rápidas, con el “concorde”, con
absolutamente todo a la inmediatez, no nos damos el lujo de esperar
por nada, todo debe ser… ¡ya! , y cuando se trata de formación, en el
campo que sea, nos damos cuenta que no todo puede ser instantáneo….

La formación de un niño en una institución educativa es un proceso largo y continuo, que se enmarca en un currículo didáctico muy amplio, con muchos objetivos y con metodologías muy diversas…. así mismo, la formación de un niño en una institución deportiva, debería estar guiada por un diseño curricular, que exponga a ese niño a una gama de escenarios muy amplia, y que le permita aprehender (con “h”) los conocimientos requeridos.

Sin embargo, la formación de un joven futbolista es mucho más que aspectos técnicos o tácticos, o de cualidades físicas; debe existir una formación integral, en valores…que le permitan desenvolverse en distintos ambientes…y es que nada hacemos con un “crack” que no sepa trabajar en grupo, que no tenga la humildad para saberse dispensable, que no tenga el carácter para luchar por sus objetivos, que no tenga la disciplina para ser ejemplo. Un joven futbolista que no pueda aceptar una crítica o que no pueda  pasar un par de partidos en el banco sin examinarse así mismo antes del culpar al entrenador… pues, difícilmente podrá triunfar en un mundo como el actual… Y esto es algo que debe recaer exclusivamente en el club de futbol, y no debe ser dejado en manos de los padres,…porque ellos pueden convertirse en el peor enemigo de ese joven futbolista, su hijo.

Acaso no conocemos jugadores, quienes sin contar con ningún cartel y estando aún en formación amenazan con irse al club rival sino se les da grandes aumentos salariales, apartamento, carro y demás beneficios? … pero, y de quien ha sido la culpa?

Entendemos entonces, que no se puede acelerar un proceso de formación, se debe cumplir paso a paso, y en todos sus ámbitos,…si lo que queremos es FORMAR!


Gracias,
Andrés Bolaños

martes, 9 de noviembre de 2010

“…el futbol sigue siendo un asunto de cabeza…”

Como se decía en “La Patada” un popular programa de radio en mi país,
"el futbol se juega de varias maneras... y aunque muchos lo tratan a las patadas y manotazos, el futbol sigue siendo un asunto de cabeza".

Este programa ya hace unos diez años ha salido del aire, pero su eslogan es hoy tan válido y vigente como siempre, y es que no se puede jugar al futbol sin pensar, …como dice el maestro Horst Wein: “jugar futbol sin pensar es como tirar a portería sin apuntar”; simplemente no puede ser…lo que si puede ser, es que nosotros, como formadores, validemos eso, y permitamos y fomentemos en nuestros jugadores “el acto inconsciente de jugar futbol”, esto no existe, jugar al futbol no puede ser algo inconsciente, más bien, es y será siempre un cumulo de decisiones que preceden a las acciones que vemos dentro del campo de juego. No en vano el cincuenta por ciento de los “balones perdidos” en los partidos de la liga española, se deben a malas decisiones, …entonces queda muy claro, que será tan importante una buena ejecución de un determinado gesto técnico, como la buena decisión de cuándo y cual gesto técnico utilizar en determinado escenario.

En una toma de decisiones, cualquiera que esta sea, se integra todo lo aprendido en la memoria tanto de largo como de corto plazo, que está repartida por distintas áreas del cerebro. Entonces, será muy importante para que un jugador de futbol tome una correcta decisión en una situación determinada, haberle sometido en los entrenamientos a  escenarios similares, en donde él tenga que decidir, y ya sea que su decisión sea correcta o incorrecta, pasará a formar parte de su aprendizaje (en la memoria), la cual será utilizada en una decisión próxima .

Así pues, nos podríamos preguntar... ¿en que debería estar basada una sesión de entrenamiento?, ó ¿que tan provechoso sería una sesión fundamentada en ejercicios de situaciones reales de juego?, ó ¿Ayudaría igual una sesión fundamentada en ejercicios de situaciones reales de juego a un infantil como a un profesional?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Profesionales VS niños futbolistas


Zanetti; jugador Argentino del Inter de Milán refiriéndose sobre Mourinho, y sus entrenamientos:

“… al final, has trabajado mucho, duramente, pero estás satisfecho; es más, te has divertido”. Para él, “juego, placer, diversión” son las palabras que definen el método del portugués, algo que Zanetti no había vivido anteriormente….”

Horst Wein, Formador Alemán de Futbol base, radicado en Barcelona, refiriéndose a lo que debe ser el futbol base:

“…La ilusión del niño es jugar, meter goles y disfrutar”

Leyendo sobre el “Método Mourinho” he quedado gratamente sorprendido por la similitud que queda al descubierto entre la filosofía de un entrenador que ha ganado 16 títulos en los últimos años, integrando los mejores clubs europeos, y al frente de las más grandes estrellas del futbol mundial…, con la visión de un formador de formadores, con una filosofía de la pedagogía del futbol y un precursor de una nueva era en el futbol, como lo es el míster Horst Wein.

Entonces, veo como una cosa aplica para la otra; el Método Mourinho plantea los entrenamientos como un espacio corto (90min) pero muy intenso, en donde no se trabajan aspectos físicos, sino que los ejercicios son de situaciones reales del futbol, no pierde tiempo en carreras continuas o rondos (monitos). Así mismo, el Maestro Horst Wein, en su libro “Futbol a la medida del niño” plantea entrenamientos en donde lo primordial sea el disfrute y el desarrollo de la inteligencia del niño (futbolista), con ejercicios de situaciones reales de juego en donde el niño aprenda a percibir, decidir y ejecutar correctamente, pero todo esto por medio de la experimentación personal.

Es evidente que, sea con una personalidad más humilde y conciliadora como la de Guardiola, o con una más conflictiva y polémica como la de Mourinho, … el futbol está teniendo un giro….


Gracias,
Andrés Bolaños